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Guardabarros para ciclismo – Tipos y razones para usarlos

Con los guardabarros sucede algo similar a lo que sucede con la ropa de ciclismo específica para el agua. Si no salgo cuando llueve ¿necesito guardabarros en mi bicicleta?. No pero sí. Es cierto que si a la mínima llovizna te quedas en casa sudando en el rodillo, no los necesitas, pero que pasa esos días en los que ha estado lloviendo toda la noche, sale el sol por la mañana, pero las carreteras y los caminos aún están llenos de agua, tierra, barro… sin unos guardabarros tu ropa y tu bici va a quedar empapada y sucia, muy sucia. 

Ok, pero para dos o tres días así no merece la pena comprar y montar unos guardabarros en la bici. Cierto, por eso hay distintos modelos de guardabarros que se adaptan a las diferentes circunstancias y necesidades de cada ciclista. Vamos a verlos:

Ass-saver y face-saver o mudder

Los más sencillos de instalar, pero también los que ofrecen menos cobertura. Como sus propios nombres indican, te “salvan” el culo y la cara del agua y del barro que arrojan la rueda trasera y delantera respectivamente. 

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En las bicicletas de carretera se usa más el ass-saver porque en el asfalto es la rueda trasera la que más nos ensucia y moja el culo y la espalda.

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En la de montaña se utilizan ambos porque a la rueda trasera se une la delantera lanzando barro hacia el rostro, con el peligro que conlleva. Además en la MTB el face-saver también evita que la horquilla de suspensión se ensucie.

Guardabarros trasero de quita y pon

Por lo general se colocan en la tija del sillín con un sencillo sistema de fijación (velcro, goma elástica…). 

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Tienes distintos tamaños de largo y ancho según sea tu tipo de bicicleta y/o rueda. Algunos modelos se pueden plegar para extenderlos solo cuando se necesitan. Otros incluyen luces para ser visto.

¿Por qué solamente para la rueda trasera?. Por lo que comentábamos antes respecto al uso de ass-savers en carretera y montaña. La rueda trasera es la que más moja y ensucia, a nosotros y a la bici. 

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Este tipo de guardabarros son el punto intermedio para quien no quiere instalar guardabarros completos, tanto en carretera como en montaña, ya que ofrecen más protección que los ass-savers. 

La ventaja para el MTB es que no reducen el espacio para la cubierta como sucede con un guardabarros completo. Algo fundamental cuando hay mucho barro.

Guardabarros completo

Si la lluvia y el agua es tu elemento, este es el tipo que debes instalar en tu bicicleta porque ofrecen mucha cobertura. 

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Los tienes de plástico, de plástico y metal, y completamente metálicos. Hay modelos que se instalan con unas abrazaderas y correas de goma al cuadro y horquilla, y otros que solo se pueden instalar en bicicletas que tengan ojales o puntos de montaje para guardabarros. Lo que nos lleva a la siguiente pregunta.

¿Se pueden instalar guardabarros en todas las bicicletas?

Los ass-savers, face-savers y guardabarros trasero de quita y pon se pueden montar en cualquier bicicleta.  

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Para instalar un guardabarros completo debes comprobar si tu bicicleta tiene o no ojales o puntos de montaje. Aunque hay algunos modelos que si los traen, en carretera y en MTB no es habitual. En bicicletas gravel, híbridas y urbanas es todo lo contrario, casi todas las bicis vienen preparadas para instalar guardabarros.

Si quieres unos guardabarros completos, pero tu bicicleta no tiene los puntos de montaje, busca los que se instalen con abrazaderas y correas.

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Otra comprobación importante es saber si tu bicicleta tiene espacio libre suficiente para unos guardabarros completos

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Primero revisa cuánto espacio hay entre el cuadro/horquilla y la cubierta. 

Si tienes frenos de zapata, verifica que tienes margen para poner los guardabarros entre la cubierta y los puentes de freno. Si hay poco espacio, escoge un modelo de guardabarros completos que no vaya entre la cubierta y los puentes de freno.

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Las bicicletas con frenos de disco no tienen este problema y por lo general ofrecen espacio suficiente para poner guardabarros completos.

Por supuesto, lee y sigue las instrucciones del fabricante para instalar correctamente los guardabarros y no dañar tu bicicleta. Comprueba que la cubierta no roza el guardabarros y que este no se mueve ni hace ruidos más allá de lo normal.

Razones para usar guardabarros

  1. Protegen al ciclista del agua y la suciedad que expulsan las ruedas. Según el tipo de guardabarros, las principales zonas que quedan protegidas son toda la zona del culo, la zona inferior de la espalda, los pies y las piernas, sobre todo de la rodilla hacia abajo.
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  1. Protegen la bici de la suciedad. Si alguna vez has salido sin guardabarros y con lluvia o con la carretera llena de humedad y charcos, sabrás cómo termina la bicicleta. Todo tipo de suciedad se adhiere al cuadro, horquilla, frenos, transmisión… un cisco que te obliga a limpiarla, secarla y engrasarla para evitar averías y dejarla lista para la siguiente salida. Con unos guardabarros evitarás gran parte de la limpieza y mantenimiento invernal, además de que alargan la vida de la bicicleta y los componentes.
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  1. Protegen al ciclista que va detrás. Hay grupos de ciclistas en los que el guardabarros es obligatorio en determinadas épocas del año para evitar salpicar a los compañeros. De esta manera todo el mundo puede llegar a casa con la ropa más o menos limpia y seca. 
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Si sales en grupo, tú llevas guardabarros y el resto no, más te vale que vayas siempre en cabeza porque en cualquier otro lugar tu culo y espalda estarán protegidos, pero tu parte frontal no.

  1. Mejoran la seguridad. En MTB ya hemos comentado que un face-saver evita que el barro vaya a la cara y se te meta en los ojos, dejándote ciego. Además si el ciclista que va delante lleva guardabarros completos, su rueda trasera no será un aspersor de agua cegando la visión de los que van detrás.
  2. Combaten la desmotivación y te ayudan a coger más la bici. Si gracias a los guardabarros puedes mantenerte seco y caliente durante más tiempo, está claro que son el estímulo perfecto contra la apatía invernal. 
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Levantarse, mirar por la ventana, ver que está lloviendo o que el asfalto está mojado y no tiene aspecto de secarse, pero saber que puedes salir a dar pedales porque tienes guardabarros y la ropa adecuada, te hace sentirte como un niño con botas y traje de agua listo para pisar todos los charcos. ¡Vamos a divertirnos!

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