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Cambio electrónico: Pros y Contras

¿Es mejor que el cambio mecánico?, ¿merece la pena?, ¿es realmente necesario?… estas son algunas de las preguntas que nos habéis planteado y que hoy vamos a tratar de responder para intentar resolver vuestras dudas e inquietudes a la hora de comprar una bici nueva o de segunda mano, o para renovar la que tenéis actualmente. Para ello vamos a ver las ventajas y desventajas de los cambios electrónicos en el ciclismo:

Pros

Precisión de cambio: Los cambios electrónicos ofrecen una precisión de cambio superior en comparación con los sistemas mecánicos tradicionales. La tecnología electrónica permite cambios de marcha más suaves y rápidos, sin la necesidad de un mantenimiento periódico.

Facilidad de uso: Los sistemas electrónicos de cambio suelen ser más fáciles de usar, especialmente para ciclistas principiantes o aquellos que no están familiarizados con los cambios mecánicos. Solo hay que apretar un botón o dos, dependiendo de la marca, para realizar el cambio. Algunos sistemas incluso ofrecen cambios automáticos, lo que facilita aún más el proceso. Incluso puedes realizar múltiples cambios dejando apretado el botón.


Consistencia: El cambio electrónico siempre cambia igual desde el primer momento hasta el último. En un cambio mecánico, el cable que lo acciona se tensa, destensa y desgasta con el uso, eso provoca que los cambios no se realicen con la misma velocidad o precisión. En un cambio electrónico aprietas el botón o no. En el mecánico, hay ocasiones en las que necesitas más fuerza o más recorrido de la palanca para que se produzca el cambio.

Mínimo esfuerzo: Cambiar con un cambio mecánico no requiere gran fuerza para accionar las palancas, pero con los cambios electrónicos es aún menor. No se conocen ciclistas que se hayan quejado de dolor en los dedos por cambiar, pero en determinadas circunstancias (falta de sensibilidad o fuerza en las manos o dedos), el cambio electrónico es una bendición.


Personalización: Algunos sistemas electrónicos de cambio permiten la personalización de los ajustes, como la velocidad de cambio o la configuración de los botones. Incluso añadir más botones de cambio para cambiar no solo desde las manetas. Esto permite adaptar el sistema a las preferencias y necesidades específicas de cada ciclista.

Mejor funcionamiento con lluvia, barro o suciedad: El ciclocross fue la prueba de fuego para los cambios electrónicos. Desde su lanzamiento, el cambio electrónico se ha impuesto casi al 100% en una disciplina tan exigente como el ciclocross porque funciona infinitamente mejor que el mecánico, ya que se ve menos afectado por el agua, barro, polvo o suciedad.

Menos mantenimiento: Los cambios electrónicos requieren menos mantenimiento que los sistemas mecánicos. Al no haber cables que se desgasten o necesiten ajustes constantes, se reduce la necesidad de mantenimiento y reemplazos regulares. Solo hay que prestar atención al estado de carga de la batería y, como mucho, realizar micro ajustes con los propios botones.

Integración con otros componentes electrónicos: La gran mayoría de sistemas electrónicos de cambio se pueden integrar con otros componentes electrónicos de la bicicleta, como ciclocomputadoras o sistemas de navegación GPS. Esto permite una mayor funcionalidad y control, por ejemplo, de la carga de la batería, además de que recopila datos de uso para que puedas ver como cambias y que marchas usas.

Tendencia de la industria: Las grandes empresas del mercado (Shimano, Sram y Campagnolo) cada vez apuestan más por el cambio electrónico en todas sus gamas. Aún se mantienen algunos grupos con cambios mecánicos, pero cada vez son menos y, en los antiguos, cada vez es más complicado encontrar algunas piezas y repuestos. Digamos que la industria te “obliga” a pasarte al electrónico.


Contras

Costo: Los sistemas electrónicos de cambio tienden a ser más caros que los sistemas mecánicos. Hoy en día no es habitual comprar grupos por separado, pero si se diera el caso, el precio es significativamente más alto. De igual manera, las piezas o partes también son más costosas que en los cambios mecánicos.

Dependencia de la batería: Los sistemas electrónicos de cambio requieren una batería o varias para funcionar. Baterías que alimentan los desviadores y las manetas de cambio. Esto significa que es necesario mantener la batería cargada, y existe la posibilidad de quedarse sin energía si no se ha prestado atención al estado de la carga. También se puede dar el caso de que un botón quede apretado al apoyar, guardar o transportar la bicicleta, y la batería se descargue por completo. Todos los sistemas tienen indicadores luminosos para saber el estado de la batería y hay que prestarles atención para no quedarte sin cambios en medio de una salida lejos de casa. Aquí, los cambios electrónicos de Sram tienen la ventaja de que las baterías del cambio trasero y delantero son extraíbles e intercambiables. 


Menor resistencia a impactos: Los sistemas electrónicos son más susceptibles a daños causados por impactos o golpes fuertes. Si la bicicleta sufre una caída o accidente, existe un mayor riesgo de que los componentes electrónicos se dañen, lo que puede ser difícil de solucionar en el terreno, y costoso de reparar o reemplazar.

Dependencia de la electrónica: Al igual que los cambios mecánicos, los electrónicos están sujetos a posibles fallos. Problemas con la batería, componentes electrónicos defectuosos o errores de software. En caso de una avería en plena salida, no puedes hacer mucho más que revisar las baterías, comprobar que los cables están conectados y tratar de hacer un reseteo. Con lo cual, puede ser imposible solucionar el problema sobre la marcha.

Peso adicional: Comparándolos con cambios mecánicos de similar nivel, los sistemas electrónicos suelen ser más pesados debido a la inclusión de componentes electrónicos adicionales, como motores y baterías. El aumento de peso ronda los 300-400 gramos, aunque hay determinadas partes que pueden ser incluso más ligeras que en los mecánicos.


Más difíciles de instalar: Sobre todo los cambios Shimano Di2 y Campagnolo EPS. No tanto los Sram eTap AXS. Si no tienes conocimientos de mecánica, ni las herramientas necesarias, lo recomendable es que acudas a un mecánico profesional para la instalación y la configuración.

Menor tacto o sensación de cambiar: Al cambiar pulsando, se pierde la retroalimentación táctil directa que se obtiene con los sistemas mecánicos. Algunos ciclistas prefieren sentir la resistencia y el clic físico al cambiar de marcha. Además, los sistemas electrónicos son muy silenciosos y rápidos, lo que prácticamente anula la sensación de haber realizado el cambio. Aunque las piernas sí que lo notan.

Problemas de compatibilidad: Es muy posible que los cambios electrónicos sean incompatibles con una amplia gama de bicicletas y componentes. Sobre todo si la bicicleta es muy antigua. Por tanto, es necesario asegurarse de que todos los componentes de la bicicleta, sean compatibles con el sistema electrónico elegido.

Incertidumbres sobre durabilidad: Los cambios electrónicos son relativamente nuevos y desconocemos cuánto tiempo pueden durar, o si los fabricantes van a dejar de fabricar piezas, o actualizar software. La primera generación de Di2 de Shimano llegó en 2010 y aún siguen funcionando, ¿llegarán a 2030?

Cuando aparecieron los cambios electrónicos eran una opción premium para profesionales o entusiastas. Hoy en día las marcas han popularizado la tecnología y cada vez hay más bicis y grupos de gama media-baja con cambios electrónicos. Si estás considerando adquirir una bici con cambio electrónico, te recomendamos investigar y leer reseñas sobre el sistema que te interesa para obtener una imagen más precisa de sus ventajas y desventajas porque los pros y contras pueden variar según la marca y el modelo.

4 comentarios en “Cambio electrónico: Pros y Contras”

  1. Avatar
    Juan Ángel Rubio Serraller

    No estoy de acuerdo en algunos puntos de la exposición, yo de momento tengo cambio mecánico y cualquier problema que me surja es fácil de solucionar, la única diferencia es el cable desde la maneta al cambio, el esfuerzo es mínimo para cambiar salvo subir de plato que hay que hacer más esfuerzo, respecto al tema de silencioso el cambio electrónico, cuando salgo con compañeros que lo llevan, se siente el zumbido cuando cambia, ruido más superior al mecánico, luego están las averías nada fáciles de solucionar a no ser por un buen experto en ese tipo de cambios, teniendo muchas veces que enviarlo a la casa, con toda esta exposición no digo que la próxima bici que me compre no sea con este cambio.
    Un saludo
    Juan Rubio

    1. Siroko

      Hola Juan,

      Gracia por tu comentario. El propósito del artículo no es menospreciar al cambio mecánico, ni mucho menos. Siguen siendo cambios perfectamente funcionales y que, como dices, tienen sus ventajas respecto a los electrónicos. Muchas de ellas las mencionamos en las desventajas del cambio electrónico. Pero también tienen sus ventajas. Por ejemplo, cambiar con los dedos helados o entumecidos es mucho más fácil en el electrónico y, para personas con alguna amputación o similar, es una bendición. Además, leyendo entre tus líneas, cada vez es más complicado adquirir una bici o un cambio mecánico de media o alta gama. La industría ha decidido que los discos y el electrónico son el futuro, y año tras año solo queda el mercado de segunda mano para poder comprar repuestos o adquirir bicicletas de zapata.

      Saludos
      Siroko

  2. Avatar
    Jesús Redruello Fernández

    Totalmente de acuerdo con todo, incluso con los comentarios de arriba y la aclaración de Siroko. Yo utilizo mecánico y zapatas. Está claro que hay que leer mucho y valorar muchísimo ambos sistemas, mecánico y electrónico. Pero aun hoy el sistema electrónico y ahora mismo ya por Wireless, deja mucho espacio a la imaginación de cada usuario, me explico…. cada usuario tiene que ser muy consciente de en qué condiciones va a usar su bicicleta, y otra aún más importante y hablo desde mi experiencia donde vivo en Asturias, que humedad vamos a tener en nuestros garajes o trasteros donde se almacenamos nuestras bicis, a veces durante mucho tiempo. Esta claro que los sistemas electrónicos están muy bien protegidos para barro y agua, pero la humedad prolongada hace maravillas en la electrónica. Muchas veces no es una cuestión de si tengo o no dinero para comprar esta o otra bici. Si las cosas se hacen con sentido común hay que valorar todos los aspectos, además de los propios de la mejoría…. O no, mecánica.
    Conozco casos de bicis con sistemas electrónicos que de buenas a primeras dejaron de comunicarse con la batería o con los mandos, y claro a un profesional de un equipo esto no le supone más de unos segundos, pero al usuario común, esto le supone depende donde le suceda de o no salir o preocuparse de como volver a casa. Y luego no sirve de nada aquello de esto nunca paso porque nada le solucionamos al usuario. No defiendo ni lapido la electrónica puesto que la tenemos en todos lados, pero hay algo que se deja al final de reportaje muy interesante para analizar con detenimiento,¿ cuanto durara este sistema?, hay bicicletas con muchos años funcionando perfectamente, un simple cambio de cables o zapatas y todo a funcionar desviadores y frenos. Cuando la pandemia todas o casi todas las bicis de los 80 volvieron a rodar. Que sucede si dejamos parado un sistema electrónico por 20 o 30 años. ¿Para que servirán estas bicicletas?, meros objetos de colección y admiración del pasado.
    Nos veremos inmersos en lo de cambiar de bicicleta cada dos por tres, pocas economías aguantaran eso. Evidentemente se lo que pensara alguna persona, con lo de cada uno hace con su dinero hace lo que quiere, pero aun así habría que valorar muy bien si interesa o no. Y ver a algunos profesionales dando patadas a sus cambios en medio de una competición como que ayuda poco a las decisiones.
    En fin, pienso que no solo es, si son mejores o peores, puesto que esta claro que son excepcionales pero los sistemas mecánicos son una maravilla también.
    Saludos
    Jesus Redruello

    1. Siroko

      Hola Jesús,

      Gracias por tu comentario. Sabíamos que este tema iba a crear debate, así que iremos preparando un post sobre disco y zapata, y abrimos paraguas. XD

      Parece que queda claro que no hay un sistema perfecto e infalible al 100%. Todo tiene sus pros y contras. Ahora bien, no cabe duda de que el sistema mecánico lleva en el ciclismo más de 1 siglo y hay bicis que, con un cambio de cables y un poco de lubricante, funcionan bastante bien. No de forma tan precisa como el último Dura-Ace mecánico, pero suficiente para hacer kilómetros. Como dices, cada ciclista debe valorar que es lo que necesita y si realmente tiene la necesidad de tal o cual, aunque si tod@s lo hiciéramos seguramente la industria de la bici y otras muchas industrias se irían a pique y comenzaríamos a salvar el planeta. Muchas compras se hacen por simple deseo o por una necesidad «creada» a base de marketing, pero otras no y ahí el cambio electrónico y muchas otras novedades y avances en el ciclismo, vienen a cubrir el hueco. Nadie nos «obliga» a comprarlas, pero también es cierto que la industria te va llevando hacia ellas. Lo dicho, un tema que da para mucho debate.

      Saludos,
      Siroko

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