¿Gel o barrita energética? Pros y contras

Ingerir carbohidratos durante el ejercicio mejora el rendimiento en el ciclismo y en otros deportes. El cuerpo de un ciclista entrenado puede llegar a oxidar hasta 120 g de carbohidratos por hora en un ratio maltodextrina-fructosa de 2:1. Hasta aquí lo que la ciencia a día de hoy nos puede aportar. Ahora bien, para ingerir esa cantidad de energía hay diferentes opciones en el mercado. Los geles y las barritas energéticas son dos de ellas. Vamos a ver sus ventajas y desventajas:

Pros de los geles

Gran densidad energética. Solo tenemos carbohidratos diluidos en agua. No hay fibra, proteína o grasa.
Se digieren fácilmente. Si no son acuosos, es recomendable tomarlos con agua (200 ml) para que el vaciado gástrico sea más rápido.
Los carbohidratos se asimilan rápidamente. Si nos visita el señor del mazo es que ya vamos tarde en cuestiones de alimentación, pero la forma más rápida de salir del pozo y recuperar algo de fuerza es con los geles energéticos.
Fáciles de llevar y comer en la bici. Muy importante si no tenemos mucho espacio en los bolsillos del maillot o en la bici, o si estamos en una competición o evento cicloturista en donde hay mucha tensión o velocidad.
Variedad de sabores. Tanto si te gustan los clásicos (fresa, naranja, limón, cola…) como si eres más de probar sabores diferentes (menta, mantequilla de cacahuete, remolacha y limón…), es complicado que no encuentres un gel de tu gusto. Incluso los hay sin sabor.
No se machacan, ablandan o derriten. Es muy difícil que un gel se abra o reviente dentro del maillot, aunque el envoltorio puede llegar a pincharse con algún objeto punzante o degradarse si se usa repetidas veces y no se consume.

Poca variedad de texturas. Según la cantidad de agua, puede ser acuosa o más densa.
La alta concentración de carbohidratos puede sentar mal a algunos estómagos, sobre todo cuando no se consumen habitualmente o se hacen sin agua o en el momento incorrecto.
Si tienes alergia a la fructosa, la variedad se reduce y debes mirar los ingredientes. Aunque sucede lo mismo con las barritas y cualquier otro producto.
Una vez abierto te lo tienes que tragar entero a no ser que el envoltorio sea de los que tienen un tapón de rosca.
Absorben calor. El del ciclista y el del exterior. Lamentablemente, ante esto no se puede hacer nada y aunque un gel caliente no es nada placentero, es mejor que quedarse sin energía.
No se pueden compartir. A no ser que todo quede en casa o que en la grupetta no haya ciclistas escrupulosos.
Manos pegajosas. Es fácil que el gel se caiga por los dedos dejando pegajosas las manos, el manillar y todo lo que toquemos.
Maillot pringoso. Si no se exprime bien, puede quedar gel dentro del envoltorio y al volver a meterlo en el bolsillo puede salirse y pringar el maillot.
Para abrirlos hay que morder el envoltorio. Puedes quedarte con un trozo en la boca. No lo escupas, sácalo con la otra mano y guardarlo para no contaminar. No es sencillo, por eso muchos fabricantes diseñan sistemas de apertura para que el trozo de envoltorio se quede colgado sin caerse.

Sensación real de comer y meter algo en el estómago. Tanto por los ingredientes (cereales, frutos secos, fruta desecada…) como por la masticación. Aunque también depende de la textura y formato de la barrita. Las blandas se deshacen sin prácticamente masticar, mientras que las que llevan más cereales y frutos secos requieren más masticación.
Aportan energía gradualmente de forma sostenida gracias a los ingredientes, la masticación y la digestión. Lo mismo que en el anterior punto, todo depende de la textura y formato.
Mucha variedad de sabores, texturas y formatos. Es la ventaja que ofrece usar una gran variedad de alimentos sólidos y líquidos: cereales, frutas deshidratadas, frutos secos, miel, mantequilla de cacahuete, sirope de arce, chocolate…
Puedes comer un trozo y dejar el resto para después si no has destrozado el envoltorio.
Puedes compartir la barrita con tus compañeros/as de ruta. Tan sencillo como cortar un trozo y dárselo. Es una buena manera de descubrir nuevos sabores y texturas e ir probando.

La asimilación más lenta de los carbohidratos es una desventaja cuando necesitamos energía rápidamente.
Si contienen mucha fibra, grasa o proteína, ralentizan el vaciado gástrico y pueden causar problemas gastrointestinales.
Cuesta más comerlas porque hay que masticarlas. Aunque hay texturas muy blandas, no son ideales para momentos de alta intensidad, velocidad y tensión.
Ocupan más espacio y pesan más que los geles.
Algunos envoltorios son difíciles de abrir solamente con los dientes. Además, es bastante fácil que mientras masticas y sujetas el resto de la barrita, se caiga algún trozo.
Con el calor y la presión pueden resultar dañados (machacados, rotos, blandos…). Todo depende del tipo de ingredientes, formato y condiciones climatológicas.

Resumiendo lo dicho hasta ahora podemos sacar tres conclusiones:

Los geles son convenientes para momentos de alta intensidad, tensión o cuando necesitamos energía rápida.
Las barritas son una fuente energética a medio-largo plazo. Necesitas más tiempo y algo de “calma” mientras pedaleas para coger, abrir, comer y digerir una barrita.
Si combinamos ambas opciones adecuadamente obtendremos lo mejor de cada una de ellas.