Guía básica sobre cómo vestirse por capas para senderismo y trekking

Saber qué ropa usar y cómo vestirse para salir a caminar por el monte es fundamental para poder disfrutar de un día de senderismo o trekking sin pasar frío, calor o acabar con el cuerpo empapado en sudor. Tanto si vas a hacer una ruta de unas horas o una travesía de varios días, saber elegir la ropa adecuada es realmente importante y puede marcar la diferencia entre una experiencia cómoda y divertida, y un sufrimiento innecesario que te deja sin ganas de repetir. En esta guía te explicamos de forma sencilla la ropa esencial, cómo usar esa ropa para vestirte siguiendo el sistema de capas, además de algunos consejos y trucos que nunca vienen mal:

¿Qué significa vestirse por capas?

El sistema de capas se basa en tres o cuatro niveles de ropa que trabajan juntos para regular la temperatura y protegerte de las diferentes condiciones climatológicas que te puedes encontrar. Dependiendo del tiempo (temperatura, viento, humedad…) y la intensidad de la actividad, puedes añadir o quitar capas para protegerte, regular tu temperatura corporal e ir adaptándote a las condiciones.

CONSEJO: Un buen truco es empezar con menos ropa de la que crees necesaria y añadir capas conforme avances en la ruta. Evitar el sudor excesivo es clave, ya que mojarse con el propio sudor puede hacer que te enfríes rápidamente, sobre todo en climas fríos.

Capa base: Mantente seco

La primera capa es la que está en contacto directo con la piel y su función principal es evacuar el sudor para que no te enfríes. Lo ideal es elegir materiales transpirables y de secado rápido como el poliéster o la lana merino.

CONSEJO: Evita el algodón, ya que las prendas de algodón tardan mucho en secarse, retienen la humedad y no permiten al cuerpo regular su temperatura.

Capa intermedia: Conserva el calor

Esta capa es la encargada de mantener el calor corporal sin que te sobrecalientes. Dentro de las capas intermedias hay gran variedad, desde una simple sudadera ligera a una chaqueta ligera con relleno, pero sobre todo, debe de ser transpirable. En cuanto a los materiales, estos pueden ser sintéticos o naturales, como el plumón. La idea es que sea una capa lo más ligera posible. En climas muy fríos, puedes optar por plumón o rellenos sintéticos más gruesos. También puedes considerar un chaleco aislante si prefieres mayor movilidad en los brazos sin perder el calor en el torso.

Capa exterior: Protección contra el clima

La tercera capa es la barrera contra la lluvia, el viento y la nieve. Debe ser impermeable y transpirable para evitar que la humedad se acumule en el interior. La impermeabilidad de una prenda se mide en milímetros de columna de agua. Para lluvias ligeras, basta con una prenda de hasta 10.000 mm o 10K, pero si esperas condiciones más extremas, busca chaquetas de 15K o más. Ten en cuenta que, cuanto más impermeable, menos transpirable, y, por tanto, más riesgo de acumular humedad en el interior, a no ser que recurras a membranas tipo Gore-Tex. De todas formas, si la actividad no va a ser muy intensa con una chaqueta o pantalón de 10K de transpirabilidad es más que suficiente.

Hay una gran variedad de modelos, pero por resumir y simplificar, vamos a decir que existen dos tipos principales de chaquetas/pantalones para la capa exterior:

Chaquetas y pantalones hardshell: Son totalmente impermeables, fabricadas con materiales duraderos y rígidos, y están diseñadas para condiciones extremas. Suelen ser menos transpirables, pero ofrecen máxima protección contra viento, lluvia y nieve. Todas tienen 2 capas: tejido exterior resistente al agua y membrana. Después pueden tener o no un forro interior.
Chaquetas y pantalones softshell: Son más transpirables, pero no son completamente impermeables. Dependiendo de su diseño, materiales, capas y tratamientos, pueden ser más o menos resistentes al agua y más o menos aislantes. Hay modelos con 2 y 3 capas: Las de 2 capas no tienen membrana y las de 3 si, con lo cual estas últimas ofrecen más protección frente al viento y el agua, manteniendo la transpirabilidad. En ambos casos el forro interior suele ser de forro polar o un tejido perchado cálido y suave.

Cuando al principio hablábamos de 3 o 4 capas es porque, según las condiciones y el tipo de prenda, se puede usar una chaqueta hardshell impermeable encima de una softshell ligera y compacta que no tienen impermeabilidad pero sí un relleno aislante.

Cómo vestirse por capas en verano

Dos capas suelen ser suficientes. Como capa base, una camiseta de manga corta o larga transpirable. Encima puedes elegir una sudadera o forro polar ligero, incluso una chaqueta softshell ligera si sueles tener más frío. Los pantalones desmontables, que pueden convertirse en cortos desabrochando la cremallera, son una opción práctica. No olvides protegerte del sol con crema solar, un sombrero o una gorra.

Cómo vestirse por capas en entretiempo

Son épocas del año muy variables así que la versatilidad, ligereza y funcionalidad de las prendas son fundamentales. Puedes optar por 2 o 3 capas. Utiliza una capa base térmica ligera, un forro polar, sudadera técnica o chaqueta softshell ligera como capa intermedia y una chaqueta impermeable siempre en la mochila, sobre todo si hay previsión de lluvia.

Cómo vestirse por capas en invierno

No te la puedes jugar, así que apuesta siempre por 3 capas, 4 si el día es invernal con nieve, viento y frío. Una capa base térmica más gruesa, una capa intermedia con buen aislamiento térmico y una chaqueta hardshell impermeable para protegerte del frío, el viento y la nieve.

Consejos para vestirse por capas

Usa las capas según la actividad y el clima. Para ello es fundamental conocer la ruta y el tiempo que va a hacer. Si hace mucho calor, puedes llevar solo una camiseta técnica y unos pantalones cortos (recuerda, nunca algodón), pero nunca está de más llevar prendas de abrigo ligeras y un impermeable, porque las condiciones pueden cambiar muy rápido en la montaña. Sobre todo si vas a hacer una ruta de varios días.
Prioriza ropa cómoda, versátil, ligera y de calidad. No hace falta que sea la más cara, pero sí que sea funcional, que se pueda doblar y guardar con facilidad. Un forro polar grueso o una chaqueta con mucho relleno, solo te sirve si no la quitas nunca porque son difíciles de guardar o de llevar encima.
Los detalles marcan la diferencia. Más allá de los tejidos, que son importantes, los detalles pueden marcar la diferencia. Bolsillos, cremalleras, capuchas, cordones de ajuste y aperturas de ventilación están para algo y no solo ayudan a regular la temperatura, sino que también ofrecen protección adicional sin necesidad de quitarte o ponerte capas.
No te olvides de los pies. Cuidarlos y protegerlos es muy importante porque vas a caminar y sin comodidad, la ruta se te puede hacer eterna. Unos buenos calcetines térmicos para cuando hace frío o unos ligeros y transpirables para los días de calor, son fundamentales. Ni que decir tiene que las botas o zapatillas deben de ser las adecuadas según el tipo de ruta y las condiciones climatológicas. Es recomendable usar calzado impermeable y también llevar siempre unas polainas en la mochila, por lo que pueda pasar.

Protege la piel expuesta

Los accesorios también marcan la diferencia, así que no te olvides de ellos: gorros, guantes y calcetines térmicos son complementos que aportan comodidad y protección porque no solo se trata de proteger la mayor parte de nuestro cuerpo, también es importante cubrir otras zonas que están muy expuestas al frío y el viento:

Gorra, gorro, sombrero o cinta para cubrir la cabeza y las orejas.
Braga o buff para proteger el cuello y la cara.
Guantes finos como primera capa y manoplas o guantes impermeables para el frío extremo.
Gafas de sol para proteger los ojos del viento y los reflejos de la nieve.
Crema solar. No es un accesorio, pero es bueno darse crema siempre, en cualquier época del año, haga o no sol.

Hasta aquí nuestra guía básica sobre cómo vestirse por capas para caminar por la montaña. Siguiendo los consejos, podrás disfrutar del senderismo y el trekking sin preocuparte por el frío, la humedad o el calor. Ahora solo queda que elijas tu próxima ruta, te informes bien de por dónde vas a pisar y qué tiempo va a hacer, y salgas a disfrutar de la naturaleza con el equipamiento adecuado.