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Guía de compra de chaquetas impermeables para ciclismo

Si quieres saber cómo elegir una chaqueta impermeable para andar en bici, estas son las características más importantes que debes tener en cuenta para escoger la chaqueta impermeable que mejor se adapte a tus necesidades y modalidad. 

  • Tejido
  • Ventilación
  • Costuras y cremalleras selladas
  • Detalles reflectantes
  • Compacta, ligera y plegable
  • Con o sin bolsillos
  • Diseño y ajuste
  • Precio

Tejido

Como en el resto del equipamiento ciclista, el tejido es crucial y marca la diferencia en calidad y precio.

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Por supuesto, debe tener resistencia al agua. Esta se evalúa en un test que mide la presión que resiste un tejido antes de que el agua penetre. Se coloca un trozo de tela debajo de una columna de agua y si el agua llega a 2.000 milímetros, la ropa confeccionada con ese tejido tiene 2.000 mm de resistencia al agua. Cuanto mayor sea la cifra, más impermeable es la chaqueta. 

Pero también debe ser transpirable para expulsar el calor y la humedad que genera el cuerpo. Si no lo hace, acabaremos mojados por dentro. El índice de transpirabilidad lo puedes encontrar en MVP (Moisture Vapor Permeability) o en gramos/m2/día. Más cantidad = más transpirabilidad.

Las chaquetas impermeables con membranas tipo Gore-Tex son las que tienen mejor resistencia al agua y transpirabilidad. También son las más caras y las más delicadas. Para que no se dañen, se sitúan debajo de una capa o en medio de dos capas. Al tejido de la capa exterior se le aplica un tratamiento repelente al agua para que no se empape y permita la transpiración. 

Algunas membranas de última generación se usan como capa exterior. Ofrecen más ligereza y mejor transpiración, pero son aún más delicadas y caras. Poco recomendables para MTB, gravel o ciudad por los posibles enganchones con ramas o arbustos, y el roce de correas y tirantes de bolsas o mochilas

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También existen chaquetas confeccionadas con tejidos no impermeables, pero transpirables y elásticos, a los que se les da un tratamiento exterior DWR para que sean repelentes al agua. En este grupo las opciones son tan diversas como las fibras usadas en el tejido. En Siroko, por ejemplo, empleamos nailon para las chaquetas J2. Otros fabricantes usan fibras como el poliéster, elastano, algodón o incluso lana merino. Combinadas o no, todas requieren un tratamiento DWR. El problema es que con el uso y los lavados, este tratamiento se degrada y la chaqueta pierde impermeabilidad. No hay problema, en el mercado existen productos de cuidado y lavado para renovar o recuperar el tratamiento repelente al agua.

En cualquier caso, para prolongar la vida útil de la chaqueta, hay que seguir al pie de la letra las indicaciones de uso, cuidado y lavado proporcionadas por el fabricante.  

Ventilación

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En el ciclismo el cuerpo genera tanto calor que es muy fácil saturar las capacidades de transpiración del tejido. Para mejorar la ventilación se utilizan solapas, rejillas o, como en las chaquetas J2 de Siroko, unos agujeros debajo de las axilas.

Costuras y cremalleras selladas

Para que una chaqueta pueda impedir la entrada de agua no debe de dejar grietas, por eso las costuras y las cremalleras tienen que ser selladas. 

Detalles reflectantes

Fundamentales para ir a trabajar o para la carretera. En MTB y gravel no son cruciales, aunque antes de llegar a los caminos casi siempre hay que rodar por carretera o ciudad.

Compacta, ligera y plegable

Una prenda que se pueda plegar rápidamente, que no ocupe mucho espacio y pese poco, es lo que cualquier ciclista ansía. El problema es que para tener las tres características es probable que la prenda pierda impermeabilidad y/o transpiración, o que tenga un precio alto.

Si solo la necesitas para “por si acaso”, prioriza que sea compacta, ligera y plegable. Si la vas a usar para salir de casa ya con ella puesta y pasar horas bajo la lluvia, entonces no te interesa que se pueda plegar y guardar fácilmente.

Con bolsillos o sin bolsillos

Depende de tus necesidades. Si vas a ponerte la chaqueta desde que sales de casa hasta que vuelves, entonces mejor que tengan bolsillos o acceso a los bolsillos traseros. Por comodidad. El problema es que en los bolsillos puede entrar el agua y mojar y/o estropear lo que llevemos en ellos, por ejemplo el móvil. Los accesos deben de estar bien diseñados para que no penetre el agua por ellos y al mismo tiempo puedas meter la mano para alcanzar el bolsillo del maillot o chaqueta.

Si, en cambio, quieres una chaqueta impermeable para “por si acaso”, puedes prescindir de bolsillos o accesos traseros. Es más complicado acceder al maillot o chaqueta, pero evitas posibles entradas de agua.

Diseño y ajuste

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Fundamental que, como sucede en las chaquetas para lluvia de Siroko, el diseño sea corto por delante para evitar arrugas que resten ajuste y aerodinámica, y con un largo extra por detrás para que el trasero esté seco y feliz, protegido de las salpicaduras de las ruedas.

El cuello debe de ser alto y los puños deben ajustarse bien en la muñeca para impedir que entre el agua. Además, es importante que tengan algún sistema de ajuste en la cintura. Bien un grip interno de silicona o un cordón elástico ajustable.

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Dependiendo del tipo de tejidos o membranas, tendremos mayor o menor ajuste. En general las chaquetas impermeables no quedan muy ajustadas, e incluso en las más ceñidas siempre hay un poco de aleteo. Esto sucede porque los tejidos no son muy elásticos, no se usan muchos paneles y porque cierta holgura mejora la ventilación de la chaqueta.

Precio

Por último, aunque no menos relevante, está el coste. Hay chaquetas impermeables que van desde los 50 € hasta los 350 €. En el rango más bajo están las que ofrecen menos propiedades o peores características. Todo lo contrario sucede con las del rango de precios más alto. 

¿Merece la pena gastarse varios cientos de euros en una chaqueta impermeable?. Si te lo puedes permitir sí, merece la pena. Sobre todo si la vas a utilizar habitualmente porque vives en una zona donde llueve mucho.  

Pero no siempre es la compra más inteligente. Por dos razones: La primera es que hay más diferencia de prestaciones entre chaquetas de 50 € y 150 € que entre chaquetas de 150 € y 350 €. Si sales de casa lloviendo cuando Noé está soltando amarras ten por seguro que 200 € más en una chaqueta no te van a hacer bailar sobre la bicicleta como si fueses Gene Kelly en Cantando bajo la lluvia. La segunda es que a la gran mayoría de ciclistas cuando llueve o pinta que va a llover, nos cuesta salir de casa a dar pedales. Preferimos el ciclismo indoor, ejercicios de fuerza o core en casa/gimnasio, u otra actividad en el exterior. Por tanto, quizás es más razonable comprar una chaqueta impermeable para “por si acaso” con una mejor relación calidad/precio y dedicar el resto del presupuesto (si lo tenemos) a un rodillo inteligente, una suscripción de Bkool o Zwift, o un sencillo paraguas más un buen calzado que te permita salir a pasear. Para caminar bajo la lluvia, también puedes ponerte alguna de las chaquetas impermeables de Siroko. Es una de las pocas prendas del armario ciclista con la que no darás el cante por la calle.

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