El ciclismo indoor es una modalidad que vivió su boom con la pandemia. Los rodillos y los smart trainers llegaron a ser tan cotizados como el papel higiénico. Pero ya antes había ganado popularidad, no solo entre profesionales y amateur para seguir entrenando cuando hace mal tiempo, sino también entre aficionados y cicloturistas, como una forma efectiva de hacer ejercicio en el hogar. La evolución de los materiales y tecnología, junto con el desarrollo de distintas aplicaciones, le dieron el empuje de diversión y entretenimiento para convertir lo que hasta entonces era aburrido y tedioso, en algo excitante y adictivo.
Lo que no ha cambiado es que en el rodillo se suda mucho y esto requiere una atención especial cuando se trata del cuidado de tu bicicleta. La intensidad de los entrenamientos y la inevitable sudoración pueden tener un impacto significativo en los componentes de tu bicicleta si no se toman las precauciones adecuadas. En este artículo, explicaremos prácticas esenciales de mantenimiento y cuidado que no solo garantizarán un rendimiento óptimo, sino que también maximizan la durabilidad de tu equipo, asegurando tu seguridad y prolongando la vida útil de tu bicicleta.
Cuidado antes de la Sesión
Si tienes un rodillo a la rueda trasera, no uses la que usas habitualmente. Hay cubiertas específicas más duras que, junto con una llanta antigua y un cassette de repuesto, te evita estar poniendo y quitando la cubierta en tu rueda trasera habitual. Si no tienes un cassette de repuesto, no gastes mucho dinero en un cassette nuevo para tu rodillo, no merece la pena comprar el modelo de alta gama. Con el básico es suficiente, solo tienes que asegurarte de que es compatible con tu bicicleta.
Protección del Suelo
La elección de una alfombra adecuada es esencial para proteger el suelo de tu área de entrenamiento. Aunque existen alfombras específicas, también se pueden utilizar alternativas como alfombrillas de yoga o losetas de gimnasio que se venden de forma individual o en packs.
Preparación para el Rodillo
Cuando emplees un rodillo de transmisión directa, es crucial seguir un procedimiento cuidadoso para garantizar que todo salga bien:
- Coloca la alfombra en el lugar donde quieres pedalear, pon encima el rodillo y prepara la zona de anclaje.
- A continuación, coge la bicicleta, pon la marcha en el plato grande piñón pequeño y desenrosca el sistema del eje de tu bicicleta.
- Retira la rueda y pósala o apóyala en un lugar seguro.
- Si tienes una bicicleta de disco, introduce el espaciador para evitar problemas si aprietas involuntariamente la maneta de freno trasero.
- Engancha la bicicleta al rodillo colocando la cadena en el piñón más pequeño. Si tu bici es de “cierre rápido”, ya debes de tenerlo colocado con el espaciador correspondiente. En eje pasante, introduce el de tu rueda y, antes de apretarlo, asegúrate de que está bien alineado para no estropear la rosca del eje o del cuadro.
- No te quedes corto apretando que puedes salir volando con la bicicleta, ni tampoco te pases apretando porque puedes generar presión y estrés excesivo en la zona.
- Antes de dar pedales y para evitar problemas con el cuadro de la bici, asegúrate de que todo está bien encajado, enganchado y apretado al rodillo. Si vas a pasar muchas horas haciendo ciclismo indoor, merece la pena gastar unos minutos en instalar y comprobar que todo está bien.
- Una vez enganchada la bici al rodillo, no muevas todo el conjunto porque tu bicicleta no está diseñada para soportar el peso de un rodillo (puede pesar más de 25 kilos). Si lo haces, te puedes cargar los tirantes o vainas en un segundo. Retira primero la bicicleta, acuéstala en el suelo por el lado que no tiene la transmisión y mueve el rodillo al lugar que desees.
Cuidado durante la Sesión
El sudor, compuesto por agua y minerales como sodio, magnesio, cloruro y potasio, puede desencadenar reacciones químicas perjudiciales cuando entra en contacto con materiales como el acero, aluminio y las resinas o polímeros de la fibra de carbono. Para prevenir la corrosión y sus consecuencias potencialmente peligrosas, es crucial utilizar una toalla o un protector de sudor (sweat catcher). Si colocas la toalla con la que te secas el sudor sobre el manillar, esta actúa como una barrera, protegiendo la dirección, la potencia, la tornillería, el cableado, los mandos de cambio/freno, la cinta del manillar o los puños.
Cuidado después de la Sesión
Una vez terminada la sesión, y además de limpiar y secar la bicicleta (el manillar, potencia, cableado, tubos de la bici, sobre todo el horizontal superior, sillín y tija de sillín), también es conveniente limpiar y secar el suelo o alfombrilla usando una fregona para retirar el sudor y los restos de suciedad y grasa que se hayan desprendido de la bicicleta y de la transmisión.
Es recomendable quitar la cinta de manillar al menos una vez al mes para realizar una inspección minuciosa del estado del manillar. El desmontaje de la potencia es necesario para verificar la condición de los rodamientos de la dirección, ya que esta área es susceptible a la infiltración de sudor.
Después de varias sesiones seguidas de ciclismo indoor, comprueba los tornillos para ver que ninguno está suelto y que no hay holguras en la bicicleta.
De vez en cuando, también es conveniente limpiar y repasar el propio rodillo, para que no acumule polvo y suciedad. Este cuidado adicional garantizará un funcionamiento suave y seguro de tu equipo a lo largo del tiempo.
Mantenimiento de la Transmisión
Mantener tu transmisión limpia y correctamente lubricada es clave para reducir la fricción y el ruido. La utilización de un limpiador de cadena permite este mantenimiento sin la necesidad de desmontar la bicicleta, y colocar papeles absorbentes debajo de la cadena evita que el suelo o la alfombrilla se ensucie.
La atención al desgaste de la cadena es esencial para prevenir daños al cassette y al resto de la transmisión. Dedicar un poco de tiempo a prevenir, da muchas alegrías a la cartera. Lo que te ahorres, puede ser tranquilamente lo que cuesta una suscripción anual a Zwift.
En conclusión, prestar atención a los detalles y realizar el mantenimiento adecuado de tu bicicleta antes, durante y después de las sesiones de ciclismo indoor, no solo asegura un rendimiento óptimo, sino que también prolonga la vida útil de todo tu set-up. La implementación de precauciones simples y un mantenimiento regular, te permitirá disfrutar de tus entrenamientos en casa de manera segura y efectiva. La inversión en tiempo en el cuidado de tu bicicleta se traducirá en un rendimiento duradero y en una experiencia de ciclismo indoor más placentera.
